Uno de los mayores problemas de nuestra civilización lo constituye la enorme cantidad de residuos que genera. El ser humano ha roto el ciclo natural de reciclaje constante de los elementos al tomar materias primas de un lugar y trasladarías a otro, transformándolas en nuevos productos sintéticos para los que no existen microorganismos capaces de descomponerlos. Las grandes concentraciones humanas producen millares de toneladas de restos que, por su volumen y composición, no es posible devolver a la naturaleza. Este tipo de residuos son los denominados residuos sólidos urbanos (RSU).
Las actividades económicas, por otro lado, producen otro tipo de residuos cuyo tratamiento o confinamiento resulta mucho más problemático que el de los RSU, ya que pueden causar daños al medioambiente y a la salud de las personas. Se trata de los residuos tóxicos y peligrosos (RTP), procedentes, sobre todo, de las actividades Industriales.
Hay otros tipos de residuos, como los producidos en actividades de construcción o Industriales, pero que no son ni tóxicos ni RSU. Estos residuos no experimentan cambios físicos, químicos ni biológicos una vez vertidos. Tienen la condición y tratamiento de asimilables a RSU.
1. Residuos sólidos urbanos (RSU)
En zonas urbanas con actividades muy diversificadas se producen diferentes tipos de residuos que pueden clasificarse según varios criterios:
Según su origen:
- Residuos domésticos
- Residuos industriales asimilables a urbanos
- Restos de materiales para la construcción
- Objetos de gran tamaño (electrodomésticos, muebles, etc.)
Según el tipo de material
- Plásticos. Envases metálicos. Vidrio
- Maderas. Papel y cartón
- Tejidos
- Materia orgánica fermentable. Tierras y cenizas
Según sus propiedades:
- Materias fermentables
- Materias Inertes
- Materias Inflamables
- Materias toxicas. Materias corrosivas
El tratamiento de los RSU se lleva a cabo de diferentes formas:
- Vertedero controlado. Los residuos se depositan en células limitadas por franjas verticales y horizontales de tierra. Los residuos se compactan y se cubren con tierra formando capas. Se ha de prever un sistema de drenaje de lixiviados para evitar la contaminación de los acuíferos, así como chimeneas de salida de gases para evacuar el metano, producto de la descomposición anaerobia de la materia orgánica enterrada. Una vez lleno el vertedero, se cubre de tierra vegetal, y puede ser utilizado como espacio público de recreo.
- Incineración (Valorización Energética). Es el método que permite una mayor reducción del volumen de los residuos, pero su mantenimiento es caro. El problema más grave de la Incineración estriba en la formación de residuos gaseosos nocivos que es preciso eliminar con sumo cuidado. Los plásticos, por ejemplo, producen ácido clorhídrico, que puede provocar graves efectos de corrosión si la incineradora no está bien diseñada.
- Producción de metano. La descomposición natural (fermentación anaerobia) de la materia orgánica produce un gas rico en metano y dióxido de carbono en las mismas proporciones. Se han realizado experiencias de recuperación de metano, que, posteriormente, se envía a la red de gas de la ciudad, o bien se quema para la producción de energía eléctrica.
- Compostaje. La materia orgánica, separada del resto de los componentes de los RSU, se tritura con objeto de eliminar la mayor cantidad posible del agua que contiene y se coloca en el digestor para acelerar los mecanismos espontáneos de degradación de la propia materia. El resultado es un humus que sirve de abono llamado compost.
- Técnicas de separación. El mayor problema de la recuperación consiste en la separación de los materiales, que se puede realizar en origen (colocación de distintos contenedores) o en plantas diseñadas para ello, aunque esta última opción resulta muy cara. En cambio, la recogida selectiva en los hogares es mucho más racional y, una vez que se ha consolidado, comporta grandes beneficios.
- Reciclaje. Actualmente existen métodos tecnológicos para separar papel, vidrio, aluminio, hierro y otros materiales no férricos, que después permiten su recuperación y reciclaje.
El papel representa el 25% del total de los residuos reciclables y, al existir mercado, es la materia más rentable para recuperar. Es Importante tener en cuenta que el papel posee más valor como materia para reciclar que como combustible.
El vidrio representa un 5% del total de los residuos y su reciclaje supone un ahorro energético muy importante. El aluminio, en cambio, no sobrepasa el 1%; sin embargo, el alto valor de este metal ha llevado a la implantación de plantas recuperadoras.
Los plásticos representan entre un 8 y un 10% de los RSU y entre un 20 y un 25% en volumen. El principal problema de su reciclaje es la heterogeneidad de su composición, lo que dificulta obtener productos que presenten determinadas propiedades. Solo son reciclables por métodos mecánicos los plásticos termoestables, que, una vez triturados. se pueden utilizar como material de relleno en pavimentación.
Recuerda:
El digestor es un dispositivo donde se realiza la descomposición anaeróbica y controlada de los residuos orgánicos para obtener biogás, fertilizantes y agua. La forma más simple está formada por un recipiente cerrado con una entrada lateral para los residuos, una salida superior para el gas y otro conducto inferior para evacuar los productos de la -digestión. (más compost, fertilizantes y agua). El digestor se alimenta de residuos orgánicos provenientes de los lodos de las depuradoras.
2. Residuos tóxicos y peligrosos (RTP)
Los residuos tóxicos y peligrosos (RTP) son los que se producen en los diferentes procesos industriales, por lo que deben gestionarse de forma especial. Se considera RTP tanto la sustancia como el recipiente que la ha contenido. Las lejías, pinturas, aerosoles o disolventes son algunos ejemplos.
Los sistemas básicos de gestión de este tipo de residuos son:
- Incineración: Es un procedimiento de eliminación de residuos a través de un tratamiento térmico. Los residuos se utilizan como combustibles y el calor producido se recupera en la combustión en forma de energía. La destrucción térmica de los residuos tóxicos y peligrosos Implica la exposición controlada de estos a elevadas temperaturas, normalmente por encima de los 400°C y en un medio oxidante.
El parámetro de diseño determinante de los residuos susceptibles de Incineración es el poder calorífico Inferior (PCI). Los residuos con alto PCI, comparable al de un combustible convencional, son incinerables directamente. Un aspecto Importante de la incineración es la recuperación de calor de los humos, con la consiguiente producción de vapor y electricidad.
El diseño o la gestión inapropiados de estos sistemas pueden suponer una amenaza para la salud pública, debido a la emisión de los subproductos de su combustión potencialmente peligrosos, como son el CO2, el vapor de agua, las cenizas Inertes y otras partículas contaminantes.
- Tratamiento fisicoquímico: Los residuos que se someten a tratamiento fisicoquímico están constituidos por baños gasta dos de la Industria de transformados metálicos, y contienen fundamentalmente sustancias de naturaleza inorgánica disueltas o en suspensión. Pueden agruparse en las siguientes familias: lechadas de cal residuales, baños alcalinos metálicos, baños con sales metálicas, baños clorhídricos y sulfúricos gastados, baños cianurados y baños con cromados.
Tanto las operaciones de neutralización de los distintos baños ácidos y alcalinos como las de tratamiento de baños cianurados y cromados producen una gran cantidad de lodos que deben llevarse a un depósito de seguridad.
Existen otros sistemas alterativos para el tratamiento de los RTP. Dentro de los tratamientos físicos, destacan los compuestos fijadores de metales, la descarga de microondas, la fotolisis de compuestos cloroaromáticos o la extracción en geles reversibles. Como tratamientos químicos alternativos, se está trabajando en la hidrolisis, en los procesos de decoloración y oxidaciones por agua supercrítica.
- Depósitos de seguridad: Se entiende por -depósito de seguridad- todo aquel vertedero emplazado sobre terrenos geológicamente estables del suelo o del subsuelo destinado al almacenamiento de determinados residuos Industriales considerados RTP, con el fin de evitar que sus propiedades nocivas puedan afectar en ningún caso, ni en el tiempo, al medio natural ni a la salud humana. El depósito tiene la función de Impermeabilizar los residuos durante largos periodos, dada la toxicidad y la persistencia que manifiestan.
Existen emplazamientos en los que los materiales geológicos del subsuelo y las condiciones topográficas permiten un buen aislamiento de los residuos durante periodos de varios cientos de años en condiciones razonables de seguridad. Se dispone también de materiales y técnicas de construcción que permiten mejorar las condiciones del emplazamiento y realizar la cubierta de los depósitos.
La cubeta del depósito ha de dotarse de los sistemas adecuados de Impermeabilidad y drena- Je. El fondo y las paredes de la excavación deben compactarse para eliminar las alteraciones producidas en la excavación o limpieza. Sobre el fondo se dispone un relleno de 50 cm de arcilla, de manera que se alcance una permeabilidad muy pequeña, Inferior a 10 m/s. Sobre la capa arcillosa se coloca otra capa de material filtrante de 30 cm de espesor, donde se aloja la red de drenaje de pluviales y lixiviados, que estará protegida por una membrana geotextil para evitar su colmatación y contaminación progresiva. La capa filtrante servirá de cama a la membrana sintética de polietileno de alta densidad, de entre 1,5 y 2 mm. Sobre esta membrana se colocará otra capa arcillosa con las mismas características que la descrita anteriormente y, sobre ella, se colocará la red primaria de recogida de lixiviados.
Como consecuencia de lo descrito, es necesaria la construcción de dos balsas de recogida, regulación y evaporación de escorrentías y lixiviados. Estas balsas deben favorecer la evaporación, por lo que se necesita una profundidad reducida y la mayor superficie posible.
La recuperación de residuos tóxicos y peligrosos es una práctica cada vez más común en los países Industrializados y tiene su fundamento en los siguientes aspectos:
- El poder calorífico de los residuos que pueden utilizarse como fuente de energía mediante combustión.
- La recuperación de componentes que pueden separarse de los residuos y utilizarse por otras Industrias con fines diferentes de los que generaron el residuo.
- El aprovechamiento directo de los residuos por otras Industrias.
Entre las ventajas de la recuperación de residuos, se pueden citar las siguientes:
- Disminución de uso y ahorro en los aprovechamientos de materias primas.
- Protección del medioambiente, disminución de gastos de eliminación y daños producidos por vertidos Incontrolados.
- Generación de empleo en empresas de recogida y tratamiento de residuos.
Gestión de aceites usados
Se entiende por aceites usados todos los aceites Industriales con base mineral y lubricantes, que se hayan vuelto Inadecuados para el uso que se les hubiera asignado Inicialmente. En especial, se hace referencia a los aceites usados de los motores de combustión y de los sistemas de transmisión, así como a los aceites minerales lubricantes, aceites para turbinas y sistemas hidráulicos.
En la actualidad, la gestión de los aceites usados en España ha consistido en la regeneración de aproximadamente un 40% del aceite usado que se podría llegar a recoger, mientras que el 60% restante sigue siendo objeto de vertido y combustión Incontrolada. Tomando como promedio un consumo de 360000 /año de lubricantes, se podrían recoger unas 108000 t/año frente a las 44000 t/año que se recuperan realmente; esto supone que la gestión de 64000 /año de aceite usado es del todo inadecuada.
El vertido Incontrolado de aceites usados origina graves problemas de contaminación en tierras, ríos y mares. Los hidrocarburos saturados que contiene el aceite usado no son degradables y, por tanto, al verterse recubren el suelo con una película Impermeable que destruye el humus vegetal por falta de oxígeno. Cinco litros de aceite usado vertidos sobre un lago recubren una superficie de 5000 m2 con una película oleosa que impide la oxigenación del agua.
La combustión del aceite usado origina problemas de contaminación atmosférica, porque los compuestos de Cl, P. S y otros que contiene producen gases tóxicos que deben depurarse por vía húmeda. Otro problema asociado al anterior es la presencia de Pb, que se emite en su totalidad a la atmósfera en su combustión.
La gestión adecuada de los aceites usados reside, fundamentalmente, en las operaciones de recogida y tratamiento o en la eliminación. Este tratamiento, normalmente enfocado a la reutilización, consiste en lo siguiente:
- Regeneración y nueva producción de aceites de base, eliminando contaminantes, productos de oxidación y aditivos contenidos en el aceite usado.
- Combustión, es decir, utilización del aceite usado como combustible en Instalaciones de recuperación del calor generado y con equipos anticontaminantes adecuados.
SIGAUS es un sistema Integrado de gestión de aceites usados que se encarga de garantizar la recogida y el correcto tratamiento del aceite Industrial utilizado en nuestro país. EI SIG es una referencia en la gestión de aceites usados en España; agrupa un 90% del mercado, está autorizado por todas las comunidades autónomas y dispone de una red de gestión capaz de abarcar todo el territorio.
Desde el año 2007, los fabricantes de lubricantes son responsables de garantizar y financiar la correcta gestión de los aceites usados que se generan tras el consumo de los aceites Industriales que disponen en el mercado español.
Más datos:
El aceite industrial, como el utilizado en la maquinaria pesada o en los automóviles, tiene un alto potencial contaminante: dos litros son capaces de contaminar el agua de una piscina olímpica o la superficie de dos campos de fútbol. Su elevado contenido en metales pesados y su baja biodegradabilidad lo convierten en una amenaza para los suelos, que pueden perder su fertilidad, y para las aguas, tanto superficiales como subterráneas, donde puede perdurar hasta 15 años.
Esta contaminación se puede evitar con el reciclaje (obligado por la normativa española). Por cada litro de este residuo se puede lograr un litro de un biocombustible para motores diésel. La ventaja es doble: se evita su impacto en la naturaleza y se crea una alternativa para reducir el uso de los combustibles fósiles convencionales.